Diana Patricia Oliveros Bravo Ramón Alberto Vázquez Félix Hace tiempo durante las horas de clase en el colegio militar del Castillo de Chapultepec, existían 3 amigos inseparables, los cuales estaban aburridos porque era la hora de historia, su maestra les había dejado resolver un cuestionario de 50 preguntas, mientras ella platicaba con la maestra de junto. Uno de ellos, Porfirio Díaz, se quedo dormido, mientras leía aquellas extensas cuartillas, soñando que, bajo el mando del General Francisco Villa, defendía el casillo de Chapultepec de las tropas estadounidenses, quienes querían apoderarse del estandarte de la Virgen de Guadalupe, cuando el general ordeno a Porfirio: -Porfirio Diaz- llévate a Benito Juárez y Miguel Hidalgo, bajen el estandarte y resguárdenlo, mientras yo distraigo a Obama y su ejército. Porfirio Díaz bajo el estandarte, se lo paso a Benito Juárez, quien no lo toma, por ser ateo, Miguel se lo arrebato y corrió por los pasillos del castillo, cuando se tropezó con una piedra que había dejado el pípila, entonces cayo envuelto en el estandarte. De pronto Porfirio sintió un golpe en su mesabanco y era la maestra Sor Juana, la cual le pidió que continuara con el trabajo.
Diana Patricia Oliveros Bravo
ResponderEliminarRamón Alberto Vázquez Félix
Hace tiempo durante las horas de clase en el colegio militar del Castillo de Chapultepec, existían 3 amigos inseparables, los cuales estaban aburridos porque era la hora de historia, su maestra les había dejado resolver un cuestionario de 50 preguntas, mientras ella platicaba con la maestra de junto.
Uno de ellos, Porfirio Díaz, se quedo dormido, mientras leía aquellas extensas cuartillas, soñando que, bajo el mando del General Francisco Villa, defendía el casillo de Chapultepec de las tropas estadounidenses, quienes querían apoderarse del estandarte de la Virgen de Guadalupe, cuando el general ordeno a Porfirio: -Porfirio Diaz- llévate a Benito Juárez y Miguel Hidalgo, bajen el estandarte y resguárdenlo, mientras yo distraigo a Obama y su ejército.
Porfirio Díaz bajo el estandarte, se lo paso a Benito Juárez, quien no lo toma, por ser ateo, Miguel se lo arrebato y corrió por los pasillos del castillo, cuando se tropezó con una piedra que había dejado el pípila, entonces cayo envuelto en el estandarte.
De pronto Porfirio sintió un golpe en su mesabanco y era la maestra Sor Juana, la cual le pidió que continuara con el trabajo.